X.
Tenían que
partir sin decir razones. Amarse no era suficiente. Los años no tuvieron el
impacto de la costumbre. Pese a que cada
uno llevaba algo del otro, eliminaban los restantes con rencor. Siempre
supieron que ese momento llegaría. Hicieron el último atraco, y con la muerte
entre sus manos, partieron por caminos separados.
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