XXI.
El profesor
de la escuela había bebido tanto en la fiesta del hermoso pueblo, que terminó
encarcelado por escándalo en vía pública. Cuando amaneció el único gendarme de
la región, dejó en libertad al avergonzado bullicioso, quien suplicó a la
autoridad guarde absoluta reserva de su identidad. A media mañana del mismo día, empezó el acto
protocolar del aniversario del poblado, donde asistió toda la gente, incluido el
educador tratando de ocultar su identidad con una gorra y lentes de sol. El
alcalde después del discurso, dio un listado de las obras entregadas, incluidas
la carceleta pública y pidió un
fuerte aplauso a todos los pobladores, por el estreno del nuevo recinto, citando
con nombre y apellido al profesor quien fue el primer encarcelado.