XLVII.
El pediatra aconsejó que el niño debía comer más verduras y eliminar las frituras. El padre que estaba a cargo de su alimentación, le mal acostumbró dándole de comer lo que veía más sencillo de comprar; el famoso “Pollo Frito”. La madre que trabajaba en horario continuado, llegaba después del almuerzo y optó por dejar cocinada la comida a primera hora. Ese primer día la madre llegó a su hogar y encontró a su hijito llorando porque no quería comer, el padre había agotado todos sus recursos para lograr que se coma las verduras. La madre agarró una verdura cocida y le preguntó al niño si le gustaba el pollo frito, este le dijo que si, entonces le encajó en la boca el alimento argumentando que el re-pollo era mucho más rico que el pollo normal, el niño contento dio fin a sus verduras.