LXVIII.
Había
estudiado fotografía solo porque a su enamorada le gustaba posar ante las cámaras.
Compró un equipo decente con todos sus complementos y con el tiempo le agarró gusto
a tan hermosa forma de arte. Cuando llegó el aniversario de los muchos años de noviazgo,
el fotógrafo le quiso dar un obsequio excepcional. Después de sacarle una foto
en estudio la editó con unos márgenes floridos, tonos sepias y agregó un fondo “grunge”
para darle un aire de los primeros pictogramas del mundo. A la muchacha no le
gustó para nada, pensó que así de vieja era como el la veía. Le rompió el corazón, junto con el retrato y lo abandon
Muy bonito me encantó leer el cuento me gustaría me compartiera otra página
ResponderEliminar😄😄😄
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ResponderEliminarHermoso final del cuento, gracias por compartirlo.
ResponderEliminar😅
ResponderEliminarBella inspiración
ResponderEliminar🤣🤣🤣😅
ResponderEliminarNo me lo esperaba porque en la vida real pasa eso y muchas veces el lente es netamente mental
ResponderEliminarLindo
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