PASANTE DE CARNAVAL

 LXXIV.

El conjunto de danzarines del Carnaval de Oruro estaba por extinguirse. Tenía un solo bloque que a duras penas llegaban a 30 personas. Los más antiguos fraternos nombraron en su desesperación como pasante de la institución a un amigo que solía compartir algunos tragos con ellos.  Tenía mucho dinero por regentar algunos burdeles en las zonas rojas de la ciudad. Encantado el hombre aceptó y cuando llegó el Primer Convite contrató a una de las mejores bandas de bronce de Oruro, estos triplicaron a los danzarines en el recorrido. Preocupado por la falta de danzantes para el Ultimo Convite invitó a varias “damas de la noche” a bailar junto a el pagando sus trajes de gala y sus inscripciones para el carnaval. El resultado fue optimo pues para la entrada del Sábado de Peregrinación  se incrementó la membresía del conjunto a más de 400 danzantes; todos hombres.