IV.
Esas
mariposas le habían dejado cicatrices en el vientre. Intentó curarse con magia,
pero las calles, los discos, las nubes, los mensajes y las voces le recordaban
a él. Pronto, fue tarde para retroceder, en su fuente jamás volverán a anidar
mariposas. Por ese motivo odiaba la primavera.
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