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jueves, 25 de marzo de 2021

LA BROMA DEL DIFUNTO

 XLI.

En memoria de René Núñez Mendizábal.

Al día siguiente del entierro, como es tradición para despachar el alma, los familiares escogieron las vestimentas del difunto y las embolsaron. Debían llevar la ropas al río para lavarlas e incinerarlas una vez secas. Como el fallecido fue en vida una persona ejemplar y tenía un gran sentido del humor, muchísimos pobladores de la comarca acompañaron a la familia. Después de caminar varios kilómetros al lugar donde nace la vertiente del río, el clima se descompuso, dejando caer sobre la gente una lluvia torrencial. El chubasco dejó a todos empapados y tiritando por el extremo frío altiplánico. Cuando amainó un poco, decidieron volver al poblado pensando que el clima no mejoraría. Los dolientes repartieron la ropa seca embolsada del difunto a los acompañantes. Se cambiaron rápidamente para no congelarse y empezaron el retorno. Al llegar al pueblo, el cielo pasó de un gris amenazante a un azul calmo e iluminado por el cálido sol. Acompañantes y dolientes sonrieron meneando la cabeza por la última broma del difunto.   


21 comentarios:

  1. Ah caray! Gracias a los que le acompañaron, hasta el final

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  2. Ah caray! Gracias a los que le acompañaron, hasta el final

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  3. 😄😄😄 ... vaya bromista 😄

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  4. Algo parecido nos pasó,una lluvia torrencial cuando falleció mi suegra. Cosas que ocurren. Saludos Marquitos.

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  5. 👏🏼👏🏼👏🏼👏🏼👏🏼

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  6. Interesante pero no me dió chiste 😁😁😁😁🤣🤣🤣

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  7. Excelente felicidades amigo por tremenda historia, gracias por alegrarnos la vida 😊👍🤗🤗🤗

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  8. MUY BUENO EL CHISTE Y CON SU PROPIA ROPA 🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣

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  9. Je, je, je que no muera el humor ni hasta el final. Muy bueno. ;)

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  10. Que en paz descanse el Lic. Núñez, fue un gran docente. Mis condolencias Quiño.

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