36 MONEDAS

XLIX.

Nos encontramos después de muchísimos años de haber dejado la Alma Mater. A modo de recordar viejos tiempos, fuimos a compartir un trago al bar donde pasamos inolvidables noches de tertulias. Habían suplantado la vieja guitarra por una rockola digital, a la cual se insertaba una moneda por canción y hacia retumbar toda la casa. Vaciamos los bolsillos acumulando monedas para hacer tocar aquel aparato. Buscamos y rebuscamos en sus listas música de nuestro agrado, pero solo encontramos una, que nos recordaba nuestra revoltosa juventud. Programamos la misma canción para que se repitiera 36 veces y empezamos alegres la farra. Los beodos del lugar muy molestos, comenzaron a protestar después de escuchar por más de una hora la misma cantaleta. Indignados nosotros nos pusimos a cantar con más énfasis la canción. El ambiente comenzó a ponerse agreste hasta que quisieron desconectar la rockola. Ahí empezaron los empujones y los golpes. Justo como en los viejos tiempos.