LXXXI.
Tenía un buen
puesto laboral en la empresa, hasta que llegó la gran noticia. El sub gerente había
dejado vacío su puesto por jubilación, y el dueño de la empresa anunció que llenaría
aquel cupo con el empleado que más se esmerase en los siguientes meses, un ascenso
con mejores prestaciones. Los empleados apostaban a que él ganaría aquel puesto
por su dedicación, pero poco a poco su actitud cambió, descuidó paulatinamente
su esmerado trabajo, dejó de ser el primero en llegar y el último en irse, dejó
de hacerse nombrar delegado para viajar a las juntas al interior y exterior del
país, dejó de entregar con días de anticipación sus informes, dejó de trabajar
horas extras y fines de semana. Cuando el dueño le preguntó si no tenía
ambiciones en la vida, el empleado le respondió que su ambición era cuidar al hijo que pronto iba a nacer.
Es una realidad suscinta y expresada con claridad... la trasendencia forma parte de lo que dejamos en la vida.
ResponderEliminarExisten prioridad es!
ResponderEliminarMuy buena aspiración, quien tome la decisión de ser padre en esta vida, si deciden ser padres, pues hay que esmerarse para ser los mejores.
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