LXII
Cuando se
mudó a su nueva casa, comenzó a oír el apodo que le decía su madre cuando
estaba viva; "Lila". Algunas noches entre sueños escuchaba como un susurro una voz fantasmal que la llamaba del más allá “Lila…Lila”. Lo comentó con sus amigos del trabajo; quienes la convencieron de que la casa estaba embrujada. Impresionada por
lo que decían sus compañeros, fue en busca de un chamán quien le dijo que debían
hacer un ritual de limpia toda una noche. Ella que casi nunca en su vida había
estado despierta más de la 11, hizo un esfuerzo sobrehumano a plan de café y masticando
hojas de coca. Alrededor de la 1 de la mañana escuchó su nombre que venía de la
calle, se sobre saltó y le preguntó al hechicero si lo había escuchado, le
dijo que sí. Salió de su casa y vio a su vecino jugando con un perro, este la
saludó y se acercó pidiendo disculpas; como trabajaba todo el día solo a esa
hora podía sacar a jugar a su perrita llamada Lila.
😲😲😲
ResponderEliminarInteresante me gustó tiene suspenso con un final alegre que me saco una sonrisa
ResponderEliminarUn cuento bastante interesante
ResponderEliminarJejeje genial el cuento.
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