LV.
Todos los alumnos con el tiempo se acostumbraron a que su catedrático llegara tarde a clases. Tenían varias teorías por aquel constante retraso; el molesto tráfico, tal vez cuidaba a una persona enferma, tenía muchas consultas en el hospital, iba donde su amante antes de clases, echaba una siesta, y un largo etcétera. En los últimos días de la gestión académica le preguntaron por sus constantes retrasos, el docente esbozando una sonrisa maliciosa les contestó que era por el simple hecho de que se ilusionaran, pensando que ya tenían asegurada la hora libre.
😅😅😅🤭
ResponderEliminar🤣🤣🤣🤣🤣🤣
ResponderEliminarMe recuerda a alguien jejeje
ResponderEliminarJajajajajajaja 🤣🤣🤣🤣
ResponderEliminarGenial hermano
ResponderEliminar😂😂
ResponderEliminarJajaja, alguna ves nos pasó lo mismo en la facu, jajaja qué recuerdos.
ResponderEliminar🤣 🤣 🤣 Morí
ResponderEliminar🤣🤣🤣
Eliminar😂😂😂
ResponderEliminar😂😂😂Excelente!
ResponderEliminarEso es cruel
ResponderEliminar😂😂😂 ... la U y sus docentes ...
ResponderEliminar😂😂😂😂😂
ResponderEliminarCuando seas docente,ya tienes una delas tantas justificaciones para que hagas y digas lo mismo que el susodicho,docente de tu cuento,por lo demás, felicitaciones est.markiño,por tu ingenio y creatividad.Sigue adelante.🤗
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